Simpson y Défago acampan, y pronto queda claro que Défago siente, o al menos cree que siente, un olor extraño y aterrador en el viento. Esa noche, Simpson se despierta para encontrar a Défago encogido de terror por algo fuera de la tienda. Más tarde, Défago corre en la noche, obligando a Simpson a ir a buscarlo.