Era un misión de lo más sexy
Jenna McBride había decidido volver a empezar en una ciudad nueva y con un nuevo empleo. Su amiga y ella estaban emocionadas con la idea de decorar un importante hotel de Seattle. Para que se familiarizara con el lugar, invitaron a Jenna a pasar una semana en una maravillosa suite... Lo que le daría la oportunidad de conocer a algunos de los detectives privados que había contratado su ex para que la vigilaran.
Quizás fuera de buena familia, pero Tyler Reeves era la oveja negra que se ganaba la vida como detective privado en lugar de llevar la empresa familiar. Y no le había quedado más remedio que aceptar un caso que en otras ocasiones jamás habría deseado: tenía que seguir a la prometida de un tipo. No parecía muy complicado... hasta que conoció a Jenna y se quedó prendado de ella inmediatamente. Parecía que su misión de incógnito había cambiado de rumbo...