Cañuela vivía con sus abuelos y lo visitaba a menudo su primo Petaca que vivía con sus padres. Ellos siempre habían planeado ir de cacería, así que un día Petaca llego con una caja de pólvora que le quito a su padre con una osada maniobra desde su trabajo; ellos escondieron la pólvora en un hoyo que hicieron en las cenizas y acordaron que la cacería seria el domingo.