Él podría salvarla... pero sus caricias iban a ser su perdición.
Katie Collins no podía creer que estuviese delante del conocido playboy Alessandro Zeticci, pidiéndole que se casase con ella. Estaba desesperada por escapar de un matrimonio no deseado, organizado por su despiadado padre de acogida y la única solución que se le había ocurrido era encontrar ella otro marido.
Alessandro no había podido ignorar la desesperación de Katie e iba a acceder a casarse con ella si era solo de manera temporal. No obstante, con cada caricia, Alessandro tuvo que empezar a preguntarse si iba a ser capaz de separarse de su novia.