Su compromiso había sido un accidente, pero entregarse a la pasión era deliberado...
Matías Silva era un magnate dominante cuyas relaciones nunca duraban demasiado porque lo que le interesaba en la vida era ganar dinero. Hasta que su dulce amiga de la niñez, Georgie White, le confesó que le había contado a la madre de él que eran novios. Matías, que nunca hacía nada a medias, decidió que, si tenían fingir, lo harían bien, y se asegurarían de que la farsa fuese convincente. Pero al descubrir la inocencia de Georgie aquella relación ficticia se convirtió, de repente, en algo inesperado y deliciosamente real.