Los textos conocidos como Diarios íntimos —en verdad anotaciones marginales, entrevisiones, ensayos en estado larval—, constituyen una inigualable introducción del pensamiento vivo de Baudelaire. Con estas astillas y estallidos —los títulos de ambas secciones son: Mi corazón al desnudo y Cohetes— queda demostrada una vez más esa noción central de un arte logrado, aquel capaz de materializar las más personales intuiciones a la vez que de hacerse coherente con un pensamiento implícito, no siempre visible a primera vista, pero activo. Es en la crítica a la sociedad moderna y, dentro de ella, a ciertos preconceptos acerca del escritor y la literatura, donde persiste nítida la actualidad del gran poeta francés.