Defoe escribió esta obra después de trabajar como periodista, y siendo ya un escritor reconocido gracias a la publicación, en 1719, de Robinson Crusoe. Aunque sus implicaciones en política estaban disminuyendo ya en esta época, sus visiones como liberal o whig son sin embargo evidentes en la historia de Moll Flanders.
Las aventuras de una joven abandonada por su madre al nacer, sus correrías como ladrona y estafadora, su estancia en la cárcel, su final como próspera heredera de una plantación dejada por su madre en una atmósfera de penitencia y prosperidad, hacen de Moll Flanders el personaje picaresco femenino más popular de la literatura universal.