Entre ser madre soltera y tratar de mantener su café lo suficientemente rentable como para pagar el alquiler, Tacey apenas tiene un momento para sí misma. Así que cuando una rara noche de salida con las chicas le gana un acosador sobrenatural, eso es la gota que colma el vaso.
Wystan Steel tiene un solo arrepentimiento: desearía haber podido salvar a su esposa e hijo. Obligado a observar a Tacey y a su hija desde lejos, hará cualquier cosa para cumplir con su deber de protegerlas, aunque eso signifique que Tacey lo odie por ello.
Pero los enemigos se han convertido en amantes antes...