Magia Aplicada

Este libro expone dos caminos distintos que conducen a la Unión Divina: el Camino Místico y el Camino de la Maestría. La Senda Mística se caracteriza por la renuncia al mundo y la abnegación de sí mismo, y tiene como objetivo la trascendencia de la conciencia humana hacia la unión con la esencia divina. Mediante una rigurosa disciplina ascética, el místico busca liberar su conciencia de las limitaciones mundanas y alcanzar la Luz. En cambio, la Senda de la Maestría se centra en la realización y la sublimidad del destino humano, sin exigir una renuncia radical. Este camino busca el dominio virtuoso y equilibrado sobre todos los aspectos de la vida creada, con la intención de equilibrar y espiritualizar el mundo. 

En la tradición vedanta, existe una importante distinción entre adorar a la divinidad en su esencia inmanifestada y en sus aspectos manifiestos. El verdadero objetivo es lograr el equilibrio y el dominio de las fuerzas de la vida para promover la evolución y traer la armonía. La clave está en seguir el impulso interior, ya sea en el culto manifiesto o en la búsqueda de la Unión Divina, respetando la etapa evolutiva del alma y evitando una huida prematura de los desafíos de la vida. 

Históricamente, el conocimiento oculto fue extremadamente secreto e inaccesible, con pocas enseñanzas auténticas disponibles. La mayoría de las sociedades abiertas eran superficiales o falsas, lo que dificultaba la búsqueda del verdadero conocimiento. Aunque la situación ha mejorado, muchos aún se preguntan si deberían buscar enseñanzas ocultas, creyendo a menudo que comprender lo oculto requiere un alejamiento del mundo. Esta creencia puede hacer que se pierdan los beneficios que estas enseñanzas pueden ofrecer. 

La práctica del ocultismo y la transmisión de sus enseñanzas se han diversificado a lo largo del tiempo. Desde 1875, han surgido tres movimientos principales en Occidente: el ocultismo, el espiritismo y la ciencia cristiana, cada uno de los cuales aborda las fuerzas ocultas de una forma única. Mientras que el Ocultismo se basa en tradiciones y ceremonias, el Espiritismo utiliza experimentos y la Ciencia Cristiana se centra en hipótesis de la mente. 

Las enseñanzas esotéricas ofrecen una visión global de lo oculto, revelando que nuestros pensamientos atraen las fuerzas cósmicas correspondientes. Estas enseñanzas pueden aplicarse a diversas áreas, como la medicina y la sociología, proporcionando una base científica para comprender los fenómenos y prácticas ocultos. La creencia en la reencarnación y en los planos invisibles de la existencia ayuda a tratar el karma y las fuerzas que conforman nuestras vidas.  

La comprensión de los conceptos esotéricos es esencial para la práctica espiritual. El concepto de Mente Grupal, distinto del de Alma Grupal, describe una entidad formada por la convergencia de conciencias individuales en torno a una idea común. La Mente Grupal y el Elemental Artificial, una forma de pensamiento creada a través de la visualización y la concentración colectiva, influyen en el comportamiento y los sentimientos de los individuos que participan en ella. Esta dinámica se utiliza en las prácticas ocultistas para crear grupos poderosos y rituales eficaces. 

El ritual y el simbolismo desempeñan un papel crucial en la práctica espiritual. Comprender la psicología del ritual y cómo activa la fuerza espiritual que hay detrás de los símbolos puede evitar la superstición y revelar la manifestación de la Luz del Espíritu. La práctica ritualista traduce verdades espirituales abstractas en formas comprensibles y conecta la mente con la potencia espiritual de Dios. 

La integración de los principios esotéricos, la comprensión de los arquetipos cósmicos y la distinción entre los distintos tipos de entidades espirituales son fundamentales para la práctica del ocultismo. Este libro ofrece una visión detallada de cómo estas prácticas y conceptos pueden aplicarse para alcanzar la armonía espiritual y personal, explorando la complejidad del mundo esotérico y sus influencias en la realidad percibida.  

A.R.Ribeiro.