El intruso, como muchas de las obras de H.P. Lovecraft, está escrito en primera persona y detalla la vida miserable y aparentemente solitaria de un individuo que parece no haber tenido contacto con nadie durante muchos años. Su recuerdo de otras personas es vago, y parece que no puede recordar nada sobre quién es o sobre su historia personal. El personaje habita en un vasto y antiguo castillo, del que parece que nunca ha salido. Lo único que sabe sobre el mundo exterior lo ha leído en los libros.