Un hombre mayor, una estudiante joven, una atracciÃŗn irresistible.
Mis mejores amigas y yo hicimos un pacto en el Ãēltimo mes de la secundaria:
Ninguna iba a llegar virgen a la universidad.
La Ãēnica incÃŗgnita era,
ÂŋA quiÊn escogerÃamos?
Yo sabÃa perfectamente a quiÊn.
A mi maestro, el seÃąor Parker.
Puede que me haya graduado,
pero sigo siendo su alumna.
El seÃąor Parker ya no me va a enseÃąar nada del libro de texto aburrido de educaciÃŗn cÃvica.
Ãl es mandÃŗn.
Ãl es exigente.
Ãl es mucho mayor que yo.
Y estÃĄ abriendo mis ojos,
enseÃąÃĄndome lo placentera que puede serâĻ
la rendiciÃŗn.
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