Es una crítica al mundo utilitarista que se apoderaba de latinoamérica, donde empezaba el desarrollo capitalista y como consecuencia todo tendría que tener un valor económico, incluyendo el arte, por lo tanto éste tendría que tener su precio monetario más que estilístico, lo que desata una revolución por parte de los artistas en contra de etiquetar las expresiones de arte con un valor de intercambio capitalista.