La venta y el ventero son, tal vez, la cosa y la persona que no han sufrido la mรกs mรญnima alteraciรณn, la modificaciรณn mรกs imperceptible desde el tiempo de Cervantes hasta nuestros dรญas. Pues las ventas de ahora son tales cuales las describiรณ su pluma inmortal, aunque hayan servido alguna vez de casa fuerte, ya en la guerra de la Independencia, ya en la guerra civil, ya en los benditos pronunciamientos. Y los venteros que hoy viven, aunque hayan sido alcaldes constitucionales, y hoy sean milicianos y electores y elegibles, son idรฉnticos a los que alojaron al cรฉlebre Don Quijote de la Mancha