La muerte de Dios. El nombre de Friedrich Nietzsche nos remite al gran filósofo del siglo pasado. Pero a la vez que iba desarrollando su obra, Nietzsche llevaba a término el proyecto mucho más osado y prácticamente ajeno a Occidente de “vivir una filosofía”. Si bien hay autores que han señalado las contradicciones existentes entre lo que dice en sus escritos y las circunstancias concretas de su biografía, una visión de la vida del filósofo no sustentada en estereotipos vulgares o en simplificaciones vanamente polémicas, tiene que acordar con el hecho de que los actos y elecciones del filósofo, su soledad y su pobreza, sus peleas con su familia y sus antiguos maestros, su desarraigo y su existencia itinerante, responden al designio superior de experimentar su pensamiento como una forma de vida. No es descabellado pensar que su locura fue el desenlace involuntario del cruce entre una debilidad orgánica heredada del padre y el deseo de llevar la actividad del pensamiento y la imaginación hasta límites extenuantes. Este libro propone un recorrido exhaustivo por su vida para develar la importancia y brillantez de una obra clave de la historia del pensamiento.