Formar bien a los hijos y no hacerles tropezar de ninguna manera debería ser una de las máximas prioridades de los padres cristianos.
En El Deber de los Padres, J. C. Ryle presenta diecisiete responsabilidades sencillas y a la vez profundas de los padres cristianos. No hay nada nuevo en este pequeño volumen, pero lo que se presenta tiene el potencial de cambiar las generaciones futuras tanto ahora como para la eternidad. Aprenda a pastorear a sus hijos; aprenda a utilizar la clave más significativa de todas: el amor; y aprenda, ante todo, a presentar y representar a Cristo ante sus hijos. A medida que lea este libro, se encontrará desafiado y entusiasmado para comenzar una relación maravillosa, apropiada y creciente con el regalo más maravilloso que Dios puede darnos en nuestra vida: nuestros queridos hijos.
John Charles Ryle (1816-1900) se graduó en Eton y Oxford y luego hizo carrera política, pero por falta de fondos ingresó en el clero de la Iglesia de Inglaterra. Fue contemporáneo de Spurgeon, Moody, Mueller y Taylor y leyó a los grandes teólogos como Wesley, Bunyan, Knox, Calvino y Lutero. Todos ellos influyeron en la comprensión y la teología de Ryle. Ryle comenzó su carrera de escritor con un tratado a raíz de la tragedia del puente colgante de Great Yarmouth, donde se ahogaron más de cien personas. Se ganó la reputación de predicar y evangelizar con franqueza. Viajó, predicó y escribió más de 300 folletos, tratados y libros, entre los que se encuentran Pensamientos Expositivos sobre los Evangelios, Principios para los Hombres de la Iglesia y Líderes Cristianos del Siglo XVIII. Ryle utilizó los derechos de autor de sus escritos para pagar las deudas de su padre, pero también se sentía en deuda con esa ruina por haber cambiado el rumbo de su vida. Fue recomendado por el primer ministro Benjamin Disraeli para ser obispo de Liverpool, donde terminó su carrera en 1900.