¡De señor de la guerra a padre por sorpresa!
¿Hijos? No, nada de hijos para el ilegítimo jeque Nazir Al Rasul, cuya fortaleza en el desierto era menos intimidante que la impenetrable barrera tras la que ocultaba su corazón. Hasta que Ivy Dean apareció en la puerta y le dijo que esperaba un hijo suyo.
Ivy era madre subrogada, por hacer un favor a su mejor amiga, enferma de cáncer, pero su trágica muerte la había obligado a buscar al padre biológico del bebé.
Y cuando Nazir insistió en que contrajesen matrimonio se quedó petrificada. Abandonada de niña, la inocente Ivy no veía una familia en su futuro, y mucho menos con un hombre de corazón helado que, sin embargo, la hacía arder de pasión.