Los mejores cuentos de una de las plumas más brillantes del modernismo anglosajón
Introducción de Paula Ducay
Figura clave del modernismo anglosajón, Katherine Mansfield perdura como una de las grandes maestras del cuento moderno. El presente volumen incluye una cuidada selección de sus mejores relatos, desde las sátiras de juventud hasta las comedias de madurez, caracterizadas por la franqueza y la melancolía. En escenas de familia, historias de parejas, episodios intimistas o crónicas de viajes, la autora evoca tanto su infancia en Nueva Zelanda como la bohemia europea de principios del siglo XX, siempre en busca de momentos reveladores para sus personajes. El conjunto celebra los gestos, sobreentendidos y punzadas que conforman nuestra vida cotidiana.
Sobre la autora y su obra:
«Nuestra sensibilidad de un siglo después se reconoce en las historias de Katherine Mansfield porque ellas mismas han estado irradiando con sigilo su influjo, durante más de cien años, a varias generaciones de lectores y escritores».
Antonio Muñoz Molina, El País
«Sus cuentos desafiaron y alteraron en gran medida la naturaleza y la forma de la narrativa literaria».
Ali Smith
«Cualquier relato suyo es un espectáculo de osadía. [...] Relatos pulidos hasta la perfección, pero llenos de momentos sentidos que evocan sentimientos».
Cristina Domenech
«Su voz era la voz de la modernidad».
Claire Tomalin, Katherine Mansfield. Una vida secreta
«Escribía los cuentos a vuelapluma, en pocashoras, casi en trance [...] Ponía las manos sobre la esencia del tiempo».
Pietro Citati, La vida breve de Katherine Mansfield
«Yo envidiaba su escritura, la única escritura de la que he sentido envidia alguna vez [...] Probablemente teníamos algo en común que no encontraré en nadie más».
Virginia Woolf
«La admiro muchísimo, y me siento afín a ella en muchas cosas».
Philip Larkin
Katherine Mansfield nació en Wellington (Nueva Zelanda) el 14 de octubre de 1888. Su verdadero apellido era Beauchamp, como el de su prima, la condesa Von Arnim, autora de Elizabeth y su jardín alemán. Cuando tenía trece años sus padres la enviaron a Inglaterra para que estudiara y Katherine se volcó en la música, pues en aquel entonces su gran pasión era el violonchelo. Después de pasar unos años de nuevo en Nueva Zelanda con la familia, se estableció definitivamente en Londres. En 1911 apareció su primera colección de relatos, y ese mismo año conoció a John M. Murry, quien se convertiría en su marido, editor y biógrafo. Tras colaborar en pequeñas revistas literarias de corta vida, por fin en 1917 vio publicado Prelude en Hogarth Press, la editorial que dirigía Leonard Woolf, el marido de Virginia Woolf. Los desastres de la Primera Guerra Mundial y la enfermedad que ya entonces minaba los pulmones de Katherine la llevaron a viajar al sur de Francia y a la costa italiana. Finalmente, en 1921 vio la luz Fiesta en el jardín: este fue el libro de cuentos que consagró a la autora como una de las mejores voces del momento. La crítica y el público aplaudieron su trabajo, pero el éxito llegaba algo tarde. Dos años después de este pequeño triunfo, Katherine moría, y desde entonces siempre se la ha considerado un clásico de la literatura del siglo xx.