Las bodas de Yolanda

NoBooks Editorial · AI 講述者:Simón (來自 Google)
有聲書
1 小時 53 分鐘
完整版
符合資格
AI 朗讀
評分和評論未經驗證  瞭解詳情
想要試閱 11 分鐘 嗎?無論是否有網路連線,都能隨時聆聽。 
新增

關於本有聲書

Estar de pie ahí, ante la tumba abierta todavía de un viejo camarada, es horrible, señores, les aseguro... simplemente horrible. Los pies se hunden en la tierra recién removida, uno se retuerce el bigote con expresión idiota y al mismo tiempo, querría aullar de pena.Todo, pues, había concluido... nada había que hacer ya... Su muerte nos arrebata un verdadero genio en el arte de inventar grogs, ponches y cherry gobblers, fríos o calientes. Cuando uno se paseaba con él por el campo, les aseguro, señores, con sólo ver su manera de sorber el aire, se podía estar seguro de que acababa de tener una inspiración. Al sentir el aroma de una maleza cualquiera, había adivinado en qué clase de vino habría que ponerla en infusión para conseguir una bebida excelente, extra fina...¡Y qué entretenido era! Nos veíamos todas las noches, desde hacía años, fuera que él viniera a mi casa en Ilgenstein, o que yo me trasladase a caballo a Döbeln; y nunca me había parecido largo el tiempo que con él pasaba.Tenía una manía, sin embargo, una idea fija: el casamiento... Para mí, se entiende; porque él...—¡Gran Dios!—decía;—no espero sino que esta bendita agua se me meta en el corazón, y entonces... reviento.Y eso había sucedido precisamente... el hombre había reventado... Ahí estaba, tendido a mis pies, en el gran cajón blasonado; me parecía que tenía que golpear la tapa y llamarlo: «¡He, Pütz! basta de farsas! ¡sal de ahí, que tenemos que hacer nuestro piqué!»

為這本有聲書評分

歡迎提供意見。

聆聽資訊

智慧型手機與平板電腦
只要安裝 Google Play 圖書應用程式 Android 版iPad/iPhone 版,不僅應用程式內容會自動與你的帳戶保持同步,還能讓你隨時隨地上網或離線閱讀。
筆記型電腦和電腦
您可以使用電腦的網頁瀏覽器閱讀從 Google Play 購買的書籍。