El origen del realismo, movimiento de la segunda mitad del siglo XIX, se encuentra intrínsecamente ligado a la novela épica, a la novela naturalista y a la novela mágica. Además de ser una de las selecciones literarias por excelencia en el género del llamado romanticismo tardío, Madame Bovary, constituye uno de los puntos de referencia para el movimiento del realismo. No obstante, la historia también se halla estrechamente unida a lo que se conoció como la novela alegórica, siendo también una crítica a la sociedad burguesa del siglo XIX, posterior a la Revolución francesa y al gobierno absolutista de Napoleón en Francia. En tres partes, con una increíble agudeza literaria, Gustave Flaubert nos muestra su punto de vista sobre la vida de la sociedad de alto rango en la Francia del temprano siglo XIX, al casar al personaje principal con alguien que nada le ofrece más que exhibirla como si fuese un trofeo. Madame Bovary, es pues más que una novela, un retrato fiel y un paradigma para la literatura realista y universal y para la filosofía francesa de los siglos XIX a XX.