Samuel Bolton
El personaje principal, Fanny Price, es una joven de una familia relativamente pobre, criada por sus tíos ricos, Sir Thomas y Lady Bertram (hermana de su madre), en la mansión de Mansfield Park. Fanny crece con sus cuatro primos (Tom, Edmund, María y Julia), pero siempre la consideran como inferior a ellos; sólo Edmund se muestra verdaderamente bondadoso con ella. Él es también el más virtuoso de los hermanos, pues María y Julia son vanidosas y consentidas mientras que Tom es un jugador de apuestas irresponsable. Con el tiempo, la gratitud de Fanny hacia la bondad de Edmund se convierte en un amor secreto. Cuando los hijos ya son mayores, Sir Thomas se va durante un año para ocuparse de los problemas en su plantación en Antigua. Debido a las deudas de juego de Tom, se ven obligados a vender el puesto de sacerdote que debería haber sido para Edmund. Llegan entonces de Londres el joven Henry Crawford y su hermana, Mary, para quedarse en casa de su hermana, la esposa del nuevo pastor. La llegada de los Crawford interrumpe el mundo de Mansfield y da inicio a una serie de enredos románticos. Mary Crawford y Edmund comienzan a intimar, aunque Edmund a menudo se preocupa de que sus modales sofisticados y su forma de hablar, a menudo cínica, enmascaren una gran falta de principios. Sin embargo, la señorita Crawford es atractiva, hermosa y encantadora, por lo que Fanny teme que haya encantado a Edmund y que el amor haya vuelto a éste ciego a sus defectos. Por su parte, Henry juega con los sentimientos de María y Julia a la vez a pesar de que la primera ya está comprometida con el señor James Rushworth, torpe pero muy rico. María cree que Henry está realmente enamorado de ella, y trata al señor Rushworth con frialdad, provocando sus celos. Por otro lado, la presencia de Fanny pasa tan desapercibida en el círculo familiar que con frecuencia es testigo de situaciones comprometedoras entre María y Henry.
Reporta Tv
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She was undoubtedly an outstanding writer, and it has been a pleasure to read. Portray the characters with a few words and see how they appear before you. It is curious how the characters speak with really long paragraphs, giving all kinds of explanations without being interrupted by their interlocutors and that they, in turn, also respond at length. The social strata are clearly reflected in this novel, even within one's own family: the eldest son keeps the surname and fortune, the next has to find a way of life ... and the daughters ... a first-born to marry, for what is usual, when a marriageable woman hears about a young bachelor, she asks about his annual income. The novel was published at the beginning of the nineteenth century and it is to be assumed that wealthy families would not be very happy to see themselves reflected in the way they appear in it: empty, worried about what they will say and without any other concern or occupation beyond how to fill the time. Some of the best chapters of the novel are those that describe that, precisely to fill so much free time, it occurs to them to perform a play in the absence of their father, even though he would not approve of it. Although it is repetitive, if a book written two hundred years ago has reached us, reading it will not be in vain.
elva jinaso
Era, sin duda, una escritora pendiente, y ha sido un placer leerla. Retrata los personajes con unas pocas palabras y ves cómo aparecen ante ti. Es curioso como los personajes hablan con párrafos realmente largos, dando toda clase de explicaciones sin que sean interrumpidos por sus interlocutores y que estos, a su vez, respondan también largamente. Los estamentos sociales están claramente reflejados en esta novela, incluso dentro de una propia familia: el hijo mayor se queda el apellido y la fortuna, el siguiente tiene que buscarse un medio de vida … y las hijas … un primogénito con el que casarse, por lo que es habitual, cuando una casadera oye hablar de un joven soltero, que pregunte por su renta anual. La novela fue publicada a principios del siglo diecinueve y es de suponer que a las familias pudientes no les haría mucha gracia verse reflejadas de la forma en que aparecen en ella: vacías, preocupadas por el qué dirán y sin otro afán ni ocupación más allá de cómo llenar el tiempo. Unos de los mejores capítulos de la novela son los que describen que, precisamente para llenar tanto tiempo libre, se les ocurre representar una obra de teatro en ausencia de su padre, aun a pesar de que este no lo aprobaría. Aunque peque de repetitivo: si un libro escrito doscientos años atrás ha llegado hasta nosotros, leerlo no será en balde.