Marco Polo fue un mercader y explorador veneciano que, junto con su padre y su tío, estuvo entre los primeros occidentales que viajaron por la ruta de la seda a China. Se dice que introdujo la pólvora en Europa, aunque la primera vez que se utilizó en Occidente acaeció en la batalla de Niebla (Huelva) en 1262. Los Polo (Marco, su padre y su tío) vivieron allí supuestamente durante diecisiete años antes de volver a Venecia.
Tras su regreso, Marco Polo contaba a la sazón 41 años y comandaba una galera veneciana el día en que se libró, ante los muros de Korcula, una batalla naval contra la gran rival de Venecia, la República de Génova, en 1298. Los genoveses apresaron a Marco Polo, lo llevaron a Génova y allí, en la prisión, Polo dictó a un tal Rustichello de Pisa las memorias de su viaje fabuloso hasta Catai (China) y el regreso por Malaca, Ceilán, la India y Persia.
Rustichello redactó en un dialecto franco-véneto el libro conocido como Il Milione (El millón o «Los viajes de Marco Polo») acerca de sus viajes. El libro se llamó originalmente Divisament du monde («Descripción del mundo»), pero se popularizó como Libro de las maravillas del mundo y, más tarde, como Il Milione. Es creencia general que tal nombre vino de la tendencia del autor a referirse a grandes cantidades, «millones» pero es más probable que derivase de su propio nombre «Emilione», abreviado en Milione. No habría, pues, en esta denominación ninguna alusión a su exageración.
Marco Polo está considerado como uno de los grandes exploradores, e insigne narrador en literatura de viajes. El libro, a pesar de que muchas de sus aseveraciones, en su época, se pusieron en duda, inspiró a muchos viajeros y exploradores. El mismo Cristóbal Colón tenía una copia en su viaje de 1492.