El lanzador de relevo más exitoso de todos los tiempos comparte su extraordinaria historia de supervivencia, amor y béisbol.
Mariano Rivera, el hombre que intimidó a miles de bateadores con tan solo abrir la puerta del bullpen, comenzó su increíble viaje como el hijo de un pobre pescador panameño. Cuando primeramente los Yankees lo reclutaron, ni siquiera poseía su propio guante. Él pensó que podría ser un buen mecánico. Cuando lo descubrieron, nunca antes había volado en un avión, nunca había oído hablar de Babe Ruth, no hablaba inglés, ni tampoco se imaginaba cómo era Tampa, la ciudad hacia donde iba para comenzar una carrera que lo convertiría en uno de los más icónicos del béisbol. Lo que sí sabía: que amaba a su familia y su entonces novia, Clara; que podía confiar en el Señor para guiarlo; y que podía lanzar una pelota exactamente donde él quería, todo el tiempo.
Con sorprendente candor, Rivera relata la historia de los campeonatos, los jefes (incluyendo El Jefe), las rivalidades y las luchas de ser pelotero latino en los Estados Unidos, y cómo conservar los valores cristianos dentro del atletismo profesional. El trece veces pelatoro del Juego de Estrellas habla de su impulso de ganar; los secretos detrás de su legendaria compostura; la historia de cómo descubrió su recta cortada; lo nunca antes contado sobre el lanzamiento de la novena entrada del séptimo juego de la Serie Mundial de 2001; y por qué el momento más bajo de su carrera se convirtió en una de sus más grandes bendiciones.
Cuando Rivera se retiró, todo el mundo lo vio y aplaudió. En El cerrador, llegamos a una aún mayor apreciación de una leyenda construida desde cero.