Hay muchas enseñanzas bíblicas que escuché mientras crecí, y debo decir que las creía hasta que descubrí en las Escrituras que no podían estar más lejos de la verdad.
Curiosamente, algunas de estas enseñanzas han sido adoptadas e incluso postuladas por destacados líderes cristianos; hombres y mujeres de quienes no habría motivos para dudar de su conocimiento de las Escrituras. Sin embargo, la triste verdad es que solo se necesita una persona para iniciar un engaño, y luego muchos otros se suscriben ignorantemente a esas herejías atroces.
Tal vez, lo más preocupante es la sospecha de que algunas de estas interpretaciones erróneas de las Escrituras fueron orquestadas desde el reino de las tinieblas. Y no sería una sorpresa, como ya nos advirtió el apóstol Pablo en su primera carta a su protegido, Timoteo, que “tales cosas” prevalecerán en los últimos días, un período en el que nos encontramos actualmente.
Como está escrito:
“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, por hipocresía por mentirosos, teniendo cauterizada la conciencia;
(1 Timoteo 4:1-2)
‘La Rosa de Sarón’ es un libro que busca corregir ciertas declaraciones erróneas y doctrinas sutiles equivocadas que han sido perpetuadas por algunos.
Y aunque a primera vista podríamos considerar que el “error humano” es la principal causa de estos disparates, no es improbable que algo, o “alguien” siniestro, estuviera realmente detrás de estas tergiversaciones.