¿Alguna vez te has encontrado atrapado en un ciclo repetitivo de quejas sobre el clima, el tráfico o las largas colas en la cafetería?
Es una experiencia común que todos hemos encontrado, ¿verdad?
Es una respuesta automática: cuando algo sale mal, instintivamente expresas una queja.
Sin embargo, ¿qué pasaría si te informáramos que existe un método para liberarte de este patrón repetitivo que va más allá de limitarte a ti mismo, sino que implica alterar fundamentalmente tu percepción de la vida?
Imagine un período continuo de 30 días durante el cual expresa exclusivamente optimismo u opiniones útiles de forma verbal. ¿No suena refrescante?
Antes de iniciar este ejercicio es fundamental tener en cuenta que superar la tendencia a quejarse no incluye pretender ser perfecto. Más bien, implica dirigir su atención a los aspectos que funcionan a su favor. Al dirigir su atención a los aspectos favorables y abordar sus preocupaciones con una perspectiva constructiva, su encuentro general sufre una transformación.
Empiezas a discernir los aspectos positivos de forma más destacada.