Un teniente del ejército se concentra en racionar el suministro de café de su compañía, dividiendo meticulosamente los cuadrados marrones que tiene ante sí, cuando suena un disparo. Los soldados rasos, asustados por el ruido, ven de repente que la sangre empapa la manga de su teniente. Con dolor, el oficial herido se tambalea, hace una mueca de incredulidad, observa en silencio el bosque e intenta instintivamente y torpemente envainar la espada que ha estado usando para contar los paquetes de café. Su mente se arremolina con misteriosas revelaciones sobre la existencia y el significado de la vida. Mientras sus tropas, estupefactas y comprensivas...