Su futuro dependía de ganarse su confianza y no enamorarse de él.
Tras haber sido falsamente acusada de malversación de fondos, Tami Wilson, para demostrar su inocencia, se vio forzada a espiar a su nuevo jefe, Keaton Richmond, el mismo hombre, tremendamente atractivo, que la había llevado a pasar unos días en plena naturaleza para un retiro corporativo... y que después la tentó a rendirse a la abrasadora química que bullía entre los dos. Pero ¿cómo podría seguir adelante con su plan si se enamoraba de él?