En esta novela, Manuela Martínez consigue dibujar, con trazos seguros y desenfadados, el drama y la farsa de salir al mundo de los adultos, la desilusión espinosa de crecer, y consigue con destreza un verdadero retrato de familia, con su cuota de amargura y también de gracia.
En una fiesta del trabajo, al aire libre y bajo el sol radiante de un domingo cualquiera, una joven se cruza con la esposa de su jefe; es una mujer que maceró despecho durante años y está lista para soltarlo como una bomba que explota a los pies de la protagonista. La bomba es un secreto, la doble vida que su padrastro mantuvo por años; una mentira que, revelada, lo desfigura y a ella la deja huérfana.
En esta novela, Manuela Martínez consigue dibujar, con trazos seguros y desenfadados, el drama y la farsa de salir al mundo de los adultos, la desilusión espinosa de crecer, y consigue con destreza un verdadero retrato de familia, con su cuota de amargura y también de gracia.
Con una voz melancólica, pero de una potencia explosiva, la narradora dice que esta es una historia en la que los villanos no son tan villanos y en la que los héroes también son imperfectos, una historia sobre todo ese daño que hacemos a veces sin darnos cuenta.
La crítica ha dicho...
«Una Electra de dos cabezas aliada con su Clitemnestra, más cerca del matriarcado del que habla Engels que de la tragedia griega; una Lolita entregada a la educación afectiva y estética de un Humbert con otros desvíos de la decepción. Una historia que no estaba escrita y a la vez la clásica historia del amor de mil maneras y una única verdad: el último hombre perfecto no está, ya se fue. Manuela Martínez lo conoció, lo sabe, y lo narra con una prosa sutilmente eléctrica, triste y sensual».
Marina Mariasch
«Manuela Martínez escribió una novela descarnada y emotiva a la vez, que atraviesa el cuerpo del lector con palabras precisas. La voz de la protagonista reconstruye parte de su historia y de sus vínculos familiares para hablar, sin solemnidad, de la paternidad, el amor, la lealtad, los modelos, la desilusión, el dolor, la búsqueda de un lugar en el mundo. La contemplación de distintas obras de arte es el recorrido que la lleva de la niñez a la adultez. Un camino no exento de sufrimiento, pero que la dejará más cerca del propio destino. La autora nos permite ser testigos de una dura pero delicada conversación con un padre que no pudo ser».
Claudia Piñeiro
Manuela Martínez nació en Buenos Aires en 1995. Es actriz y escritora. Estudia Artes de la Escritura en la Universidad Nacional de las Artes (UNA) y se formó en los talleres literarios de Santiago Llach, Silvina Giaganti, Iosi Havilio y Gabriela Bejerman. Creó y dirigió la Revista Palta, ganó el concurso Historias Breves del INCAA con su cortometraje Instrucciones para Adela, y colaboró en diferentes medios de comunicación. Desde 2019 coordina talleres de escritura creativa.