¿Alguna vez te has encontrado en la situación de no poder dormir a las 3 am, obsesionarte por un simple comentario de un compañero de trabajo o preocuparte excesivamente por una pequeña decisión?
En la compleja sociedad actual, nuestras mentes a menudo se ven abrumadas, convirtiendo cuestiones insignificantes en problemas importantes.
Pensar demasiado es centrarse excesivamente en asuntos triviales y utilizar de manera ineficiente recursos cognitivos limitados.
Practicar una contemplación cautelosa y profunda es de gran importancia. Las decisiones importantes de la vida son un excelente ejemplo.
Es valioso considerar decisiones sobre su trabajo, ya sea terminar una relación o mudarse a otro país.
Este libro no aborda tales decisiones ni los procesos cognitivos involucrados en la resolución de problemas complejos.
El tema de nuestro examen será pensar demasiado.
Primero, comencemos por brindar una definición precisa.
Pensar demasiado ocurre cuando dedicamos una cantidad excesiva de esfuerzo cognitivo a temas relativamente triviales.
Participar en esta actividad da como resultado la asignación inadecuada de nuestros recursos cognitivos.
En lugar de asignar nuestros pocos recursos cognitivos a resolver cuestiones significativas, los desperdiciamos en investigaciones intrascendentes.
La preocupación excesiva puede manifestarse de varias maneras. Participa en la contemplación. Esta es la experiencia de permanecer despierto por la noche, repitiendo obsesivamente un incidente trivial del día, como un comentario desconsiderado hecho por un compañero de trabajo.
Alternativamente, uno puede estar obsesionado con asuntos pequeños, como deliberar durante largos períodos sobre cómo reemplazar una prenda de vestir o considerar pequeñas mejoras en el hogar que requieren atención.
Estas ideas triviales consumen una cantidad desproporcionadamente grande de capacidad mental.
Además, existe el estado de indecisión, que provoca incertidumbre y vacilación persistentes a la hora de tomar decisiones ordinarias.
¿Las flores justificaron su precio?
¿Rechazar una invitación a cenar la próxima semana podría hacer que otros lo vean como descortés?
La indecisión de esta naturaleza surge por falta de principios rectores o puntos de vista distintos.
Todas las manifestaciones de pensamiento excesivo tienen características comunes: son repetitivas, dañinas y, en última instancia, inútiles.
Participar en este perpetuo esfuerzo cognitivo no produce resultados y agota su vitalidad.
Agrega complejidad a la vida, ejerce presión sobre las relaciones y debilita el bienestar mental.
Pensar demasiado también conlleva un importante coste de oportunidad. La capacidad de esfuerzo mental es limitada. Cada caso de preocupación excesiva disminuye la cantidad de tiempo disponible para dedicarse a actividades productivas.
La forma en que distribuyes tu tiempo determina el curso de tu vida; Dedicar estas horas a la preocupación excesiva es una oportunidad perdida de llevar una existencia superior y más plena.
Sin duda, este estilo de existencia no es elegido deliberadamente por nadie. Esta situación es engañosa e inevitable, no una decisión voluntaria.
Cada uno de nosotros anhela una mayor realización, esforzándonos por alcanzar un estado de satisfacción en lugar de ambigüedad.
Sin embargo, el acto de escapar parece difícil de lograr.
El objetivo de este libro es establecer un camino hacia una vida libre de rumiaciones excesivas.
Los psicólogos dicen que la satisfacción genuina proviene de una vida deliberada, que implica priorizar lo que es verdaderamente significativo.
Nuestro objetivo es proporcionar técnicas para combatir la fatiga por tomar decisiones, aliviar las emociones de sentirse abrumado e incorporar serenidad y alegría a su vida diaria.
Al utilizar estos recursos, obtendrá las habilidades para distribuir su tiempo de manera eficiente y asegurarse de que sus momentos y días se utilicen de manera adecuada y se aprovechen de su máximo potencial.