Mi objetivo en este capítulo es presentar las Escrituras como un libro para su estudio y meditación diarios. No hay volumen en la tierra como el volumen de la inspiración. Guardad estas palabras de sabiduría celestial en vuestros corazones, atadlas como frontales entre vuestros ojos, y todo estará a salvo para el tiempo y la eternidad. Nada puede perjudicaros mientras toméis la Biblia como "luz para vuestros pies y lámpara para vuestro camino".
Seguramente reclamaré tu sincera atención, mientras converso contigo sobre el libro de Dios. No te apartarás cuando me acerque a ti con tal mensaje. La Biblia, la bendita Biblia, como volumen para la juventud, es mi tema, y un tema digno de la pluma de un ángel. Necesitáis una revelación así para iluminar vuestro entendimiento y santificar vuestro corazón. Permítanme enumerar algunas de las características de la Biblia que deberían recomendarla a su consideración.
1. Sus pensamientos son los pensamientos de Dios, y sus palabras fueron escogidas por el Espíritu Santo.
Ningún hombre, joven o viejo, leerá jamás la Biblia correctamente mientras niegue su verdadero origen. El secreto de su poder reside en el hecho de que es divina. Aunque, en forma y apariencia, el libro es como otros libros, lleva en sus páginas el imprimatur del mundo celestial. Cada capítulo y cada verso son una comunicación de Dios.