En la cuarta reunión del Club de los martes, organizado para resolver misterios, la artista Joyce Lemprière relata un caso que atestiguó. Durante unas vacaciones en un pueblo costero, en las que se dedicaba a pintar uno de sus cuadros, casi sin darse cuenta pintó un paisaje con unas gotas de sangre en el suelo. A los pocos minutos, la sangre ya no estaba. Más tarde Joyce supo que una mujer había muerto ahogada luego de sufrir un fuerte golpe en la cabeza. El grupo deberá descubrir si la sangre solo fue producto de la imaginación de Joyce y si la muerte fue accidental o premeditada.