Provocativo, potente, riguroso, Las dictaduras argentinas analiza de manera ejemplar la historia de este triunfo de una minoría que es, al mismo tiempo, la derrota y frustración de la mayoría de la sociedad. Con su usual precisión de arqueólogo y su agudeza para captar aquello que la mirada usual no detecta, Alejandro Horowicz descubre las estaciones de esa frustración. El plan económico de Federico Pinedo en la década del treinta; la represión de los setenta, cuidadosamente planificada por el Estado pero apoyada en los hechos por todos los partidos políticos; las inquietudes y apuestas político-literarias del grupo Sur; los presupuestos no asumidos del Nunca Más; la consumación de los objetivos de Martínez de Hoz, que llegan a su clímax durante el Plan de Convertibilidad en los noventa.
Porque la historia política argentina no es una sucesión de gobiernos que se rectifican o continúan, sino el campo donde se oculta la verdadera lucha por el poder: el de una clase dominante que en la segunda mitad del siglo XX desmontó todo lo que se había gestado (o insinuado) en la primera mitad y podía cuestionar su dominio.