Fue un trotamundos, trabajador en todo tipo de oficios: periodista, comerciante, criador de animales, hotelero, buscador de oro, modelo para pintores, obrero y actor, entre otros. Su primera recopilación de cuentos, "La casa vacía y otras historias de fantasmas", apareció en 1906, y obtuvo una repercusión inmediata. Su habilidad para ambientar los relatos fantásticos, sus pinceladas realistas y su talento para la descripción lo llevaron al éxito, éxito que se confirmó no sólo en esta obra, sino en toda su producción literaria.