El Imperio Otomano fue una vez una fuerza poderosa.
En su apogeo en 1683, el imperio se extendía desde las puertas de Viena hasta la actual Somalia en el sur y Mesopotamia en el este.
Abarcando estados modernos como Irak, Arabia Saudita, Siria y Turquía, la sede del poder del Imperio Otomano fue la ciudad capital de Constantinopla.
Este libro describe el fin del Imperio Otomano a principios del siglo XX.
También examinaremos la historia de otra poderosa hegemonía imperial, el Imperio Británico.
Este poder colonial, junto con Francia, fue fundamental para poner fin al dominio otomano.
A través de un examen de las decisiones y destinos de estas dos superpotencias globales, aprenderá cómo una de las regiones políticamente más volátiles del mundo, Medio Oriente, se convirtió en el avispero geopolítico que es hoy.