Muchos, como resulta.
En su viaje de veinte años para inventar y perfeccionar la tecnología de su famosa imprenta, Johannes Gutenberg encontró muchos de los mismos obstáculos que los empresarios modernos de Silicon Valley, incluidos problemas de flujo de caja y capitalistas de riesgo traicioneros.
A pesar de estas dificultades, su invento es quizás uno de los más influyentes de la historia, comparable al potencial de Internet en la actualidad.