Álvaro Cepeda nación en 1926 en Ciénaga. Su obra periodística, sus reportajes, sus cuentos y su novela están plagados de lo que fue su vida: desenfrenada, atropellada, sanguínea, vital; en sus escritos siempre quiso expresar lo que era importante para él de una manera directa, sin que mediaran reglas de ningún tipo, y así lo escribió en una de sus muchas columnas, en 1961: "Cuando se tiene algo que decir, debe decirse a gritos: con palabras de todas clases, sin sujeción a reglas gramaticales o académicas: abiertamente: deben tomarse las palabras y a puñetazos estridentes obligarlas a ilustrar la idea".