Partiendo de sus conocimientos como historiadora del arte, la autora, que imparte en Nueva York un seminario sobre el arte de la percepción a colectivos profesionales tan diversos como médicos o policías, enseña cómo mejorar nuestras habilidades de observación y comunicación, unas habilidades que todos poseemos pero pocos saben utilizar eficazmente. Sus lecciones, que combinan sabiamente las lecciones del arte con la vida cotidiana, enseñan mucho más que los objetos que tenemos a la vista; nos enseñan a reconocer las oportunidades y los riesgos que nos rodean cada día. Así, al hacernos más conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor, este libro nos ayudará a percibir con más nitidez lo que más nos importa. La obra reproduce a todo color obras de arte de diferentes períodos, así como fotografías, con la finalidad de ilustrar y desarrollar nuestras capacidades perceptivas. Este libro, al educar y entrenar nuestra mirada, refuerza nuestra capacidad para captar la realidad con mayor agudeza y para sacar más partido de cuanto nos rodea. Porque, como escribió Henry David Thoreau: "solo descubrimos el mundo que buscamos".