He besado a la hermana pequeña de mi mejor amigo y mi mundo se ha vuelto del revés. Aquella noche nos encontramos el solitario gruñón del pueblo y una chica preciosa; éramos dos extraños en la parte de atrás del bar... hasta que dejamos de serlo. Pero Nadia Dalca no es una chica cualquiera, es justo la mujer con la que no puedo estar. Planeaba mantenerme alejado de ella, pero el universo no deja de conspirar para unirnos. Es como una enorme broma cósmica: tener muy cerca algo tan intenso, tan real, algo que me da la vida..., pero algo que puedo mirar y no debo tocar. Me he convertido en un adicto a ella: a sus curvas pecaminosas, a su risa alegre, a su lado indómito... Y cuando me mira con esos ojos sensuales llenos de deseo y libres de prejuicios, aunque siempre me he considerado un hombre fuerte, me siento débil. Soy una persona difícil y ella tiene toda la vida por delante; dejarnos llevar por la atracción sería traicionar a su hermano, que es la única familia que le queda y, por triste que suene, mi único amigo. Y aun así la he besado... Y ahora no puedo parar.