Arthur C. Brooks demuestra que el abuso y la indignación no son la fórmula correcta para un éxito duradero y ofrece una forma de liderazgo alternativa basada en tender puentes y restablecer relaciones. Sus recetas no son convencionales ni se limitan a evocar el civismo y la tolerancia.
La clave está en centrarnos en aquellas cosas que nos unen y aprender a gestionar el desacuerdo como una herramienta de mejora: en esa diferencia de opiniones está la base de una competencia sana para alcanzar los propósitos comunes. Los sentimientos que alberguemos hacia nuestros "enemigos" son irrelevantes, lo que importa es cómo actuemos. Ama a tus enemigos ofrece una estrategia clara para una nueva generación de líderes.
Es una llamada unificadora a las filas de ciudadanos deseosos ver un progreso tanto en la forma de hacer política como en la convivencia; y es, ante todo, una hoja de ruta para hallar la felicidad que conlleva vivir en armonía a pesar de nuestras diferencias.