Alex siempre había sabido que volvería a ver a Sarah. También sabía que ella no se alegraría de verlo. Pero estaba empeñado en hacerla cambiar de opinión sobre lo que podría haber entre ellos... no le importaba cuánto tiempo tardara en conseguirlo. Rendirse no era parte de la personalidad de Alex y siempre conseguía lo que se proponía.
La química que había entre ellos era increíble.