Ahora Jill y su pequeño acababan de llegar a Montana otra vez en busca de ayuda. Necesitaba que Grayson le hiciera otro favor... que se divorciara de ella. Pero cuando se besaron de nuevo, los besos fueron más largos y apasionados. ¿Dejaría marchar Grayson a su bella esposa, o le pediría que se quedara con él más de una noche?