Solo llevaban casados una semana y J.J ya quería el divorcio. Luke estaba dispuesto a aceptarlo con una condición: que ella fuera a pasar tres semanas en su rancho. Tres semanas de vestir con vaqueros y caminar por la nieve. Pero la joven creía que ya había hecho todo lo posible por entenderse con él, y además, ¿no sería demasiado peligroso?