Sigiloso y peligroso como un felino, uno de los rasgos característicos de Luc Garnier era su capacidad para lograr lo imposible. La princesa Gabrielle no tenía precio. Aun así, Luc había desafiado las probabilidades en contra y conseguido un contrato matrimonial. Sería una unión sobre el papel primero, y de carne y hueso después... Sin embargo, Gabrielle era la misma en privado que en público: educada, de modales impecables y una garantía para su país. Luc estaba decidido a encontrar la libertina que seguramente había tras su fachada...