Hasta que un bromista le envía una carta asegurándole que su marido está vivo y planea presentarse en la mansión de un momento a otro para reclamarla.
Amber está intranquila y lo que empieza como una broma siniestra se transforma en algo real y tangible.
Su marido ha vuelto y reclama que regrese a su lado y se convierta de nuevo en su esposa.
Pero ella no está dispuesta a complacerle en lo más mínimo...