Parecía imposible, pero el atractivo de Clint no había hecho más que aumentar con los años... y ahora además tenía una hija encantadora que necesitaba una madre. Brandy era una mujer valiente; su primera conquista sería el cambio de pañales, luego le demostraría al padre de la pequeña que era capaz de manejar lo que siempre había habido entre ellos...