Pero eso no le había impedido enamorarse de él. Era divertido, tierno, cálido, sexy y trabajar con él era un placer.
Cuando descubrió que Ewen, el empedernido solterón, iba a pedirle que se casara con él, Rosanna estuvo tentada de aceptar. Pero ¿sería sincera la oferta de matrimonio?