Había sido secuestrada por su enemigo Drago Cassari habría apostado su cuantiosa fortuna a que Jess Harper era una ladrona y una mentirosa. Para proteger a su familia, debía mantenerla cerca. Pero, cautiva en su palacio, la batalladora Jess no tardó en obsesionarle. Drago sabía que era una locura, pero Jess hacía que le ardiera la sangre en las venas... Estar con Drago era como estar en el infierno y en el cielo a la vez; exquisitas y sensuales noches dieron paso a la dura realidad cuando descubrió que estaba embarazada. Aquello la ataba para siempre al arrogante italiano, y a los pecados de su pasado...