Cuando William Felkirk abrió los ojos, los seis últimos meses de su vida estaban en blanco. ¿Qué había sucedido? ¿Y quién era aquella hermosa mujer que afirmaba ser su esposa mientras cuidaba su cuerpo roto?
Justine estaba dispuesta a todo con tal de proteger a su hermana, aunque eso incluyera simular ser la esposa de un desconocido. Debía ocultar los motivos de su desengaño con la vida. Pero cada día que pasaba, William le iba abriendo el corazón un poco más, y Justine sabía que no sería capaz de esconderle la verdad para siempre...