El deseo se apoderó del apasionado Alejandro en el momento en el que vio a Kitty. El temerario abandono de ella despertó en él la una necesidad animal para reclamarla como algo propio. Por ello, cuando una invitada pensó que Kitty era su prometida, Alejandro decidió aprovecharse al máximo y dar rienda suelta a la pasión que ardía entre ambos...