El duro Chase Rafferty sabía que debajo del aspecto deprimido de Fay había una mujer alegre, y estaba dispuesto a hacer todo lo que fuera necesario para verla feliz de nuevo... ¡incluso pedirle que se casara con él!
Fay creía que era una broma... Un matrimonio de conveniencia por negocios nunca podría salir bien. Claro que... quizá hubiera llegado el momento de volver a vivir de verdad.