Morgan Steele había ganado millones con su negocio, pero se había dado cuenta de que su vida estaba vacía... por lo que había decidido abandonar el trabajo e irse a vivir al campo.
Cuando el guapísimo Alistair Brown conoció a su nueva vecina, creyó que era otra muchacha caprichosa de la ciudad que jugaba a vivir en el campo... igual que su ex mujer. Sin embargo, sus hijas gemelas parecían cautivadas por la amabilidad de Morgan... y por su enorme piscina.